Hoy, 16 de octubre, se celebra el Día Mundial de la Alimentación. Y también el Día Internacional de la Soberanía Alimentaria.
Hoy, 16 de octubre, hay 2.000 millones de personas que sufren carencias nutricionales graves. Y otros 2.000 millones de personas que padecen sobrepeso.
Casi 1.000 millones sufren y mueren por hambre. Y otros 700 millones enferman por exceso de comida.

Muchos se preocuparán de que sus alimentos sean saludables y seguros. Otros tantos de evitar la seguridad de que, otro día más, se irán a dormir sin haber comido.
Son dos situaciones opuestas, dramáticamente enfrentadas. Y sin embargo unidas por la misma última causa.
Un sistema alimentario ineficaz e ineficiente, que es incapaz de alimentar adecuadamente a toda la población mundial, a pesar de contar con alimentos más que suficientes para esa población y mucha más.

Un sistema que ha convertido a los alimentos en mercancías y a las personas en meros consumidores.
Un sistema que especula con los precios en las Bolsas de medio mundo y que ha banalizado su valor para la mayor parte de la población enriquecida.
Y que permite que se tire a la basura, de una u otra manera, un tercio de lo que se produce.
Un sistema insano que genera enfermedades por un consumo excesivo de alimentos y dietas poco saludables.
Un sistema injusto que permite que mueran por hambre 40.000 personas cada día.
Un sistema inmoral, que pone el beneficio y el negocio por encima de las necesidades de las personas.
Un ordenamiento internacional que ha olvidado que el alimento es, antes que nada, un derecho humano y que es exigible hacer que sea cumplido.
Que no reconoce que el alimento es un bien común y no una simple mercancía.

Y que el alimento debería ser un derecho recogido en las Constituciones de cada país, que a su vez deben tener derecho a la soberanía alimentaria, como base imprescindible para ejercer su soberanía política.
Hoy queda mucho por hacer. Lo esperanzador es que es perfectamente posible desde el punto de vista técnico y económico. Hoy mismo se puede acabar con todos estos problemas. Es cuestión de voluntad personal, social y política.
Hoy, 16 de octubre, damos a conocer esta web, DespilfarroAlimentario.org, para aportar modestamente nuestro granito de harina, nuestro granito de avena… para conseguir que un día podamos celebrar el Día de la Alimentación y el día de la Soberanía Alimentaria, no como un objetivo sino como un hecho cumplido.