Es un sistema extenuante para los recursos como el suelo, el agua, la energía. Genera problemas medioambientales por contaminación del aire o el agua, la disminución de bosques, la pérdida de biodiversidad o el acaparamiento de tierras. Explota el trabajo, muchas veces precario, de millones de pequeños productores, muchos de ellos migrantes, a los que no se paga justamente sus producciones.