El desperdicio alimentario es un problema de enormes dimensiones y con un impacto negativo tanto ambiental como social y económico. Para frenar esta problemática es prioritario comenzar a dimensionar adecuadamente el desperdicio alimentario en cada territorio y en cada eslabón de la cadena, con metodologías de medición y análisis de las causas del desperdicio, que permitan prevenir y definir soluciones adecuadas para cada actor.

El pasado jueves 31 de abril asistimos, junto a otras muchas organizaciones, al foro organizado por Enraíza Derechos para debatir las propuestas de la sociedad civil en torno a la nueva ley de desperdicio alimentario e intentar influir para que tenga un carácter eminentemente preventivo y que afronte las causas estructurales del desperdicio alimentario.